Hablar bien en público no es una tarea sencilla. Enfrentarnos al auditorio es todo un reto, supone vencer el miedo escénico. Para conseguirlo hay que eliminar muchas de nuestras creencias limitantes y ser consciente de que el público es exigente, pero por lo general bastante comprensivo.
A la hora de afrontar una presentación en público es importante tener en mente una serie de reglas que garanticen el éxito de nuestra presentación. Un referente a la hora de diseñar nuestros discursos es Steve Jobs y sus reconocidas conferencias. A través de sus diversas presentaciones nos ha dejado una serie de principios muy útiles para tener éxito.
Primer principio: Diviértete en el escenario.
«No tengo ninguna fórmula secreta. Simplemente trabajar duro y, sobre todo, intentar divertirme» (Richard Branson).
Pasarlo bien es una forma de contagiar pasión y entusiasmo hacia nuestro público. Detrás de una hora de presentación brillante, hay más de 90 horas de ensayo. El único truco que funciona es ensayar y ensayar hasta que parezca natural y que no nos supone ningún esfuerzo estar ahí.
Una buena herramienta que te recomiendo son las grabaciones en vídeo para luego ver el resultado y poder llevar a cabo una crítica constructiva.
Segundo principio: Planifica sobre el papel
Una tendencia que se debe evitar a la hora de diseñar presentaciones en público es ir directamente al programa que vamos a utilizar para elaborar las transparencias. Nuestra narración será lo que verdaderamente capture la atención de nuestra audiencia y no el conjunto de transparencias que se proyecten en la pantalla. Sírvete de anécdotas, metáforas, analogías o una historia que contar.
Nuestra presentación debe incluir tres elementos fundamentales: imágenes, riqueza retórica y demostraciones prácticas.
Lo que proyectemos en pantalla que sea minimalista; unas treinta palabras por transparencia. Textos concisos, en forma de titulares periodísticos, impactantes y sencillos de interpretar. Se deben evitar las largas enumeraciones y viñetas, con un máximo de seis líneas por transparencia.
Tercer principio: Identifica claramente “The Big Idea” y responde a las verdaderas inquietudes de la audiencia
Se trata de definir la idea principal que quieres transmitir a tu audiencia, antes de construir tu discurso o presentación. El objetivo es conseguir el máximo impacto posible.
Plantéate: «¿Cuál es el único mensaje que ciertamente debería ‘llevarse puesto’ el público?».
Conviene concentrar esta idea en una frase clara, concreta y fácil de recordar. Repítela varias veces a lo largo de tu presentación.
Cuarto principio: diseña tu hoja de ruta
Construye tu discurso con una buena estructura. Un trío de ideas se capta y se retiene mejor que dos o cuatro. Haz una lista con los aspectos básicos de tu discurso y concéntrate en los tres más importantes.
Quinto principio: ten presente no sólo tu comunicación verbal; también es importante la no verbal
Desde el mismo instante que apareces delante de tu público ya estás comunicando, sin haber pronunciado una sola palabra.
Recuerda: “No tendrás nunca una segunda oportunidad para causar una nueva impresión”.
Sexto principio: envuelve las cifras
Si tienes que presentar cifras, haz que los números sean específicos, relevantes y puestos en contexto. Deben resultar concretos, importantes para el público y presentados con analogías que permitan comprender su valor. Usa términos impactantes. Dispara dopamina al cerebro de tu público empleando términos llamativos y emotivos.
Séptimo principio: Consigue momentos “inolvidables”
«La gente olvidará lo que dijiste, olvidará lo que hiciste, pero nunca olvidará lo que les hiciste sentir» (Maya Angelou).
Conseguir impresionar al público no es sencillo. Un buen truco es acudir a historias personales o a demostraciones sencillas, entretenidas y emotivas.
Octavo principio: olvídate del guion
Sólo cuando tengas el discurso en tu cabeza, podrás interpretarlo con naturalidad. Memoriza una idea clave por cada transparencia.
Noveno principio: hazte dueño del escenario
Mantén contacto visual con tu auditorio. Conserva una postura abierta. Usa frecuentemente tus manos. Juega con la voz para dar énfasis a tus palabras. Muéstrate siempre confiado.
Décimo principio: viste apropiadamente
Es importante saber a qué público vas a dirigirte, y elegir el vestuario en consecuencia.
Y recuerda siempre que la preparación es una de las claves del éxito en las presentaciones en público.
Rita González Fernández
Consultora Senior
In Confidence